El vértice sur de las tierras de Alía toca la Presa de Cijara y corre unos kilómetros por el río. En la antiguedad era conocido como Río Ibero, hasta que los romanos le cambiaran a Anas y lo árabes completaran el nombre con su prefijo Guad.
Este río es el auténtico separador de gentes y por lo tanto de culturas, hasta hace poco tiempo se atravesaba en barca.